
de dimitir
de renunciar
entrego mis resistencias
mis miedos
renuncio a mi coraza
y mi espada
prescindo de mis máscaras
y disfraces
renuncio al verbo metralla
y a la trinchera
entrego mis heridas de batalla
la sangre derramada
y la sal de mis ojos
la que no te pertenece
me deshago de todos los vestidos
que protegen mis secretos
y me quedo desnuda
vestida solo con mi piel
tus manos y tu lengua
y me entrego
íntegra como si estuviera nueva
completa como si fuera antigua
renunciando a lo que fui
abrazando lo que seré.