viernes, 22 de mayo de 2009

Cara B



La tecnología tiene sus cosas buenas, pero también acarrea ciertas pérdidas. Los CD tienen un solo lado y extraño un poco el lado B (y otra vez Drexler me da la razón) de los discos de 45. Uno compraba esos discos porque determinada canción le gustaba y en vez de comprar un LP, de manera más expedita escogía la canción que quería escuchar. Pero resulta que esos disquitos negros, como de comiquita, tenían una cara B. De ese lado, inevitablemente unido a la A, había otra canción, de la cual nunca había escuchado ni el nombre. Casi siempre esa me gustaba más que la que había elegido inicialmente. Así, una estrategia de venta de las disqueras de rarezas musicales y rellenos poco probables me develó una cuestión filosófica. Del otro lado de la Cara A siempre hay una B y siempre es improbable, poco popular, rara, emocionante, misteriosa. Descubrí la otra cara de la vida, esa que me permite ser y que me ofrece una alternativa a lo que mastica la mayoría ciegamente. Así que prefiero vivir del lado B de la vida, aunque ya no existan los discos de vinil.